Desde cómo crear un perfil en aplicaciones de citas hasta cómo gestionar los primeros conflictos de una relación y saber cuándo es el tiempo de decir adiós, es lo que ofrece el nuevo libro de Hernán Leal, “¿Cómo encontrar el amor: el método Leal”.

Crear el primer método para encontrar el amor y compartirlo con las personas a través de un libro, fue el objetivo que se fijó el empresario, filántropo y escritor chileno, Hernán Leal y lo logró.
Es eso lo que hoy lo tiene en nuestro país, preparando el lanzamiento de su tercer libro titulado “¿Cómo encontrar el amor? El método Leal”, donde en cerca de 300 páginas entrega una serie de pasos que van desde cómo soñar tu ‘persona ideal’ hasta cómo gestionar los conflictos que aparecen en la pareja mientras el amor romántico se diluye.
En este contexto, uno de los temas más recurrentes entre quienes están buscando el amor y deben enfrentar la presión y nerviosismo de las primeras citas, es qué hacer y qué no para evitar vivir momentos incómodos.
“Encontrarte con un desconocido o desconocida cara a cara, sabiendo que habrá una conversación íntima y que tu atractivo será evaluado, puede resultar intimidante”, asegura el autor del método Leal, quién dedicó un capítulo completo al mundo de las citas, en el que te enseña cómo moverte en él.
“Llegas a la cita con fantasías, deseos y objetivos. Quieres conocer a la persona y evaluar si podría ser una buena pareja para ti. Quieres darte a conocer. Quieres pasar un buen rato y aprender, te guste la persona o no. Lo que tienen en común estos distintos objetivos es que, para alcanzarlos, debes dominar el arte de la conversación, y enfrentarte al otro con la mente abierta y buena voluntad”, advierte Hernán.
¿Qué hacer y qué no?
1.- Cuidado con el alcohol
No te voy a decir que no tomes del todo, pero sí que no presiones a tu cita a hacerlo y que lo hagas moderadamente, con cuidado. No manejes; procura comer, aunque no tengas hambre; y evita a toda costa la borrachera. El alcohol puede quitarnos el nervio, pero también puede volvernos desatentos, torpes, repetitivos, tontos, insistentes, incluso agresivos.
2.- La coquetería
La coquetería sutil está muy bien. No te compromete y, si la persona te gusta, puede ser divertido y te permitirá mostrar tu lado sexy, sobre todo si hace tiempo no lo usas. Evita, eso sí, los comportamientos histéricos, la seducción de la femme fatale o del don Juan. Mantén activa tu capacidad crítica, no idealices a quien recién vienes conociendo, no pierdas de vista lo que necesitas en una pareja a largo plazo y no te conformes con menos.
3.- La franqueza es sexy
Al comienzo de las relaciones tendemos a mostrar nuestras virtudes y a esconder nuestros defectos. Esto es natural cuando queremos gustar, pero tampoco hay que faltar a la verdad. Un ejemplo: si eres un hombre muy desordenado y tu casa en general es un desastre, es normal que quieras disimularlo y tener todo impecable la primera vez que invitas a alguien nuevo. El problema empieza cuando te dicen: “¡Qué ordenada tu casa!” Y tú respondes: “No podría vivir de otra manera”. Esa es una mala idea porque, tarde o temprano descubrirá la verdad, sabrá que eres desordenado, a lo que se agregará farsante e inseguro. Mejor es decir: “La verdad es que soy bastante desordenado, pero hice un esfuerzo porque venías tú”.
4.- Discusiones
Si tu cita expresa opiniones con las que tienes firme desacuerdo, no entres en una discusión frontal. Investiga bien. Di que tienes ideas diferentes, pero te gustaría saber más. Quizás las diferencias no eran tan inmensas como imaginaste. Y si lo fuesen, es momento de poner en práctica la tolerancia. Una primera cita no es lugar para sermones o debates acalorados, ni menos descalificaciones u ofensas.
5.- Ayuda a tu cita
Es posible que, al observar a tu cita, descubras que es ella la que está nerviosa. Puede que actúe de manera errática, que parezca tensa o distraída. En este caso, te recomiendo tomarte como un desafío personal hacer que se sienta bien. Si hace algo torpe, mírala a los ojos y sonríe para que sepa que todo está bien, que su torpeza es bienvenida. Si notas que algún tema le incomoda, si su postura se hace rígida o demora mucho en contestar, desvía el tema de manera sutil.
6.- La conversación intrascendente
Resiste el impulso de la pequeña charla intrascendente, esa que ni siquiera merece llamarse conversación. No el clima, no el tráfico, no lo que te pasó esa mañana en la oficina. Se trata de darte a conocer y al mismo tiempo, de evaluar si, con esa persona, podrías o no tener una relación valiosa.
7.- La conversación íntima
Erróneamente pensamos que nuestras citas querrán escuchar que todo ha ido increíblemente bien en nuestras vidas. Pero la verdad es otra. Si te presentas como alguien infalible, harás que la persona se sienta insegura y poco acogida en su propia imperfección. Si tu cita te gusta, la mejor manera de atraerla es a través de una conversación franca e íntima. Pero, cuidado, mostrar vulnerabilidad no es lo mismo que confesar a alguien a quien recién conoces tus traumas más profundos, ponerte a llorar o hablar de manera rabiosa. No hagas eso o, al menos, hazlo desde el humor y como una anécdota. Procura mostrarte consciente y en control de tus emociones.
SOBRE HERNÁN LEAL
Hernán Leal es un empresario chileno, orador, montañista y autor de tres libros.
En su primer libro, Las montañas que llevamos dentro (2018), construye un modelo de tres pasos para concretar los sueños; narra cómo logró subir el Everest y las cumbres más altas de cada continente a pesar de sus importantes limitaciones de salud; y cómo hace 26 años forjó la empresa Fastco desde cero, convirtiéndola en una multinacional líder en su sector que emplea a más de dos mil personas.
Su segunda obra, un cuento titulado El Niño y la Montaña. A través de su experiencia, Hernán motiva a los niños a descubrir qué los mueve, con una divertida historia que invita a los más pequeños a soñar en grande.
Su último libro Cómo encontrar el amor: el método Leal, ofrece un paso a paso para quienes desean encontrar una pareja pero no han tenido suerte. Hernán llevó a cabo una profunda investigación con profesionales como psicólogos, sexólogos, terapeutas, entre otros, lo que le permitió crear un método ya probado en varios países.
Por último, también fue productor ejecutivo del cortometraje animado El Niño y la Montaña, siendo -en su género- el más premiado en la historia chilena, con más de 292 premios en 60 países, y con un potente mensaje que invita a grandes, jóvenes y niños a no renunciar a los sueños.