El prestigioso diario El País realizó una entrevista en septiembre de 2014, al Catedrático emérito de la Universidad de Duke, Allen Francez, una eminencia, y quien además dirigió la considerada ‘biblia’ de los psiquiatras. Ahí hablaba sobre cómo solemos considerar asuntos cotidianos en problemas mentales.
Según el Diario El País.com, Allen Frances (Nueva York, 1942) dirigió durante años el Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM), en el que se definen y describen las diferentes patologías mentales. Este manual, considerado la biblia de los psiquiatras, es revisado periódicamente para adaptarlo a los avances del conocimiento científico. El doctor Frances dirigió el equipo que redactó el DSM IV, a la que siguió una quinta revisión que amplió considerablemente el número de entidades patológicas. En su libro ¿Somos todos enfermos mentales? (Ariel, 2014) hace autocrítica y cuestiona que el considerado como principal referente académico de la psiquiatría colabore en la creciente medicalización de la vida.
¿Incomprendida?
Y vemos en el día a día que este tema recobra vigencia. Por resguardo de la fuente que nos entrega este valioso testimonio, usaremos un nombre ficticio, Daniela Salgado. Nos cuenta que la han llegado a tratar de loca, bipolar, pero nadie indaga un poco más sobre el contexto que hay detrás. Daniela señala que no ha sido fácil lidiar en un mundo tan competitivo y donde es muy fácil hacer prejuicios sobre otros. Cree y confía en que algún día se hará justicia y tendrá la tranquilidad que requiere su alma y su cuerpo. Y que los comentarios no le afectarán.
Es que decir sobre otra persona algo así, es un delito de injuria. El artículo 205 define como calumnia la imputación de un delito hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad. La injuria se define en el artículo 208 como la acción o expresión que lesiona la dignidad de otra persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación.
El experto francés también habló sobre las «etiquetas». Es muy fácil hacer un diagnóstico erróneo, pero muy difícil revertir los daños que ello conlleva. Tanto en lo social como por los efectos adversos que puede tener el tratamiento. Afortunadamente, está creciendo una corriente crítica con estas prácticas. El próximo paso es concientizar a la gente de que demasiada medicina es mala para la salud.
En Chile contamos con excelentes sicólogos, siquiatras y con ayuda para comprender que muchas veces el problema es una falta de diagnostico certero y entender que todos provenimos de contextos de vida distintos, distinta crianza y que eso ayuda a comprendernos y comprender al otro.
En la imagen la sicóloga Margaret Galarce.