A quién no le ha pasado que vamos caminando en algún mal o en la calle, y de repente tu hijo se descontrola, comienza una pataleta y no sabes cómo actuar. Gritos, llantos desesperados que no sabes cómo amilanar. Quieres que te entienda, pero su estado lo dificulta.
La psicóloga infantil Margaret Galarce nos explica que la paciencia es clave. Las pataletas se producen porque los niños no saben controlar sus impulsos, son inmediatistas y se frustran fácilmente cuando algo no se les otorga cuando ellos lo solicitan.
Para enfrentar estos episodios, la especialista recomienda a los padres tener paciencia y esperar que el niño se tranquilice. Una vez calmado se debe conversar con él y repetirle una y otra vez los motivos de por qué su conducta es errada, que entienda que lo que hizo está mal. Los niños ni los adultos aprendemos algo de inmediato, por eso la reiteración es fundamental hasta que el menor internalice que su accionar estuvo errado.
Es importante que desde pequeños puedan entender que no pueden tener todo lo que quieren y que puedan tolerar sus frustraciones.
La experta agrega que es fundamental que los padres cuidemos nuestro temperamento. Si al ir manejando, te enojas y gritas hacia el otro conductor, tu hijo te verá y entenderá que así se debe reaccionar ante algún inconveniente. Recuerda que siempre los padres somos los espejos de nuestros hijos, ellos harán o imitarán nuestras conductas.
Asimismo, la psicóloga Andrea Nilo, señaló a “La Segunda” que es fundamental que los papás se tranquilicen. “Jamás ir enojada a hablar con el niño”, pues esto podría complicar aún más la situación, “lo que hay que hacer es validar nuestra emoción para luego autorregularnos y calmar al pequeño”.
La experta aseguró que desde que nacen, los bebés realizan conductas como llorar, mirar, aferrarse, a través de las que buscan llamar y provocar la cercanía de los adultos, quienes deben responder a estos llamados desarrollando conductas de cuidado atención y regulación.