Es la época de las celebraciones y muchas veces las personas se extralimitan, y estos excesos pueden dañar nuestra salud. Es por eso que debemos tener en cuenta varias medidas para protegernos. Se estima que, en Chile, 1 de cada 10 muertes es atribuible al consumo de alcohol; y de los fallecidos, el 50% son jóvenes.
Además, la ingesta de esta sustancia se asocia a más de 60 problemas de salud, incluyendo aquellos que tienen atribución causal completa como dependencia al alcohol, como intoxicaciones, gastritis alcohólica, daño hepático; o causales parciales como epilepsia, hipertensión y los ataques cerebrovasculares (ACV), entre otros. Según cifras del Ministerio de Salud, cada hora muere una persona por un ACV en Chile y se produce un promedio de 2,8 de estos ataques por hora. Aproximadamente hay 69 casos al día en todo el país.
“Al afectarse un área del cerebro la persona puede presentar de forma brusca síntomas como dificultad para hablar, asimetría de la cara, debilidad en un brazo y/o pierna y en algunos casos disminución de sensibilidad en un lado del cuerpo, visión doble, vértigo o inestabilidad para caminar. Ocurre con cierta frecuencia que, por desconocimiento, las personas que presentan alguno de estos síntomas no consultan de inmediato y se quedan en casa o se acuestan esperando que se les pase”, explica el doctor Víctor Navia, neurólogo vascular de la Unidad de tratamiento de Ataque Cerebrovascular (UTAC) del Hospital Padre Hurtado.
Para el doctor es muy importante tomar las precauciones. “Debemos tener en cuenta del cuidado de nuestra salud cerebrovascular para estas fiestas y para ello hay que considerar ciertas recomendaciones que son básicas”, explica el neurólogo.
1) Ayuda: En muchos casos un ACV nos puede encontrar fuera de casa o en lugares alejados del área urbana. Pida ayuda llamando al 131 del SAMU o traslade de inmediato a un centro asistencial, idealmente que cuente con escáner, si observa que un familiar u otra persona tiene al menos un síntoma que haga sospechar un ACV. No espere a que se revierta espontáneamente y consulte lo antes posible ya que existe un tiempo máximo de 4.5 horas para poder realizar un tratamiento que permite destapar la arteria ocluida, devolver el flujo sanguíneo al cerebro y disminuir la posibilidad de secuelas.
2) Comida y bebida: La comida en exceso puede descompensar enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión arterial o la dislipidemia importantes factores de riesgo del ACV. No es extraño que se suba de peso por la alta carga calórica de las bebidas y comidas típicas, por lo que el llamado es a comer con moderación además de preferir el consumo de vegetales, el aceite de oliva, carnes blancas como el pollo, pavo o pescado o en su defecto carnes rojas magras que tienen menos grasa. En las fiestas se tiende a consumir alcohol en grandes cantidades y consumir alimentos altos en sodio y grasas saturadas. El alcohol es un factor de riesgo de enfermedad cerebrovascular aumentando hasta 4 veces el riesgo de ACV sobre todo de hemorragia.
Producto del consumo alcohol se puede observar cuadros de deshidratación, además de alza de presión arterial, sobre todo con destilados. Es cada vez más frecuente ver el consumo conjunto de alcohol con bebidas energéticas. Las bebidas energéticas por su alta concentración de cafeína y de sustancias que potencian su efecto pueden generar aumento de presión arterial, vasoconstricción de arterias cerebrales y activación de quien la bebe, teniendo una falsa sensación de tolerancia por lo que se aumenta la ingesta de alcohol con los riesgos que el exceso genera.
3) Viaje: Hasta 80 % de los ACV isquémicos se pueden prevenir cuidando de sus patologías crónicas y llevando una buena adherencia a sus medicamentos. Basta con suspender unas cuantas dosis para exponerse por ejemplo a un aumento de la presión arterial, o una descompensación de la glicemia. Programe su viaje llevando sus fármacos de uso crónico. Evite también el estrés y tenga en cuenta que necesita descansar y dormir.
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