Para escapar del clima agitado de la capital, nunca esta demás ver diferentes opciones, esta vez nos trasladamos hasta la séptima región de nuestro país, la cual tiene diferentes opciones de descanso.
Llegamos a Talca, la capital de la región del Maule, que para muchos es una ciudad de paso, pero al mismo tiempo es una ciudad tranquila, sin gran congestión vehicular y con gente amable, que siempre te trata con una sonrisa y se toma el tiempo para ayudarte.
Una ciudad que aún tiene vestigios y rastros del terremoto de 2010, ya que fue una de las más afectadas entre todas. Ubicada en el centro de la región se encuentra a tres horas al sur de Santiago, a una hora de la costa y asimismo de la cordillera, que ofrece rutas ufológicas hacia la cordillera y rutas vitivinícolas, con distintas viñas y opciones para disfrutar de un fin de semana.
Existen diferentes opciones para llegar a esta ciudad, la principal, sin contar los autos, es por bus y con esto tenemos diferentes opciones y precios, que varían entre los 5.500 a los 7.000 pesos, desde el terminal sur de la capital, hasta el terminal Lorenzo Varoli de la ciudad de Talca.
En temas de alojamiento existen distintas opciones, como los hostales, los cuales la mayoría están en el centro de la ciudad cercanos a la plaza de armas, y sus precios varían según la temporada, pero estos rodean los 20 mil pesos, single y 30 mil pesos Doble. Otra opción son los hoteles, en cual los más reconocidos en Talca son: Hotel Casino, Hotel Diego de Almagro, Hotel Capelli, Hotel Stella y Eco hotel. Si bien existe una variada cantidad de hoteles, el de mayor precio es el Hotel casino, el cual se encuentra en una zona de la ciudad que es bien cotizada, sus precios van desde los 65 mil pesos hacia arriba (Se recomienda usar páginas especializadas para alojamientos), el resto de los hoteles se encuentran en la zona del centro de la ciudad, principalmente ubicadas en la alameda de la ciudad.
¿Qué hacer? Como dijimos anteriormente Talca es catalogada como una ciudad de paso, pero tiene sus encantos, como su principal pulmón verde, la alameda Bernardo O’Higgins Riquelme, y no se puede dejar pasar la oportunidad de tomar un heladito, mote con huesillos para la temporada de verano, un panorama de descanso de fin de semana en cualquier época del año. Se pueden contratar distintos tours a variadas viñas cercanas, como la Balduzzi, Casa Donoso, Vía Wine y Gilmore, las cuales ofrecen degustación de diferentes vinos de esta fábrica, tours por la viña, bodegas y museo.
Para los amantes del trekking, existe la opción de la caminata a enladrillado, la cual se llega al terminal y se toma un bus con un valor de mil pesos a la localidad de Vilches a la entrada de los Altos de Lircay, la entrada diaria es de 2 mil pesos adultos, 600 pesos niños y 3.500 los extranjeros. Existen distintos tours que comienzan muy temprano en la mañana y se preocupan de ir a buscarlos y dejarlos al hotel.
En temas de alimentación existen diferentes opciones para diferentes gustos, desde los famosos completos con el pan esponja, el cual es calentado a baño maría, pasando por los distintos locales famosos a nivel nacional como el Schopdog y Juan y Medio, hasta diferentes restaurants, que ofrecen desde comida chilena, hasta comida mediterránea.
Los precios varían desde los completos que tienen un valor de 1200 pesos con una Bebida, a una parrillada con carne madurada que ronda los 21 mil pesos y si a eso le sumamos una botella de un buen vino el precio se eleva aún más.
La Bohemia talquina tiene para grandes y jóvenes, desde discotecas hasta diferentes bares y pubs que se encuentran en distintas partes de la ciudad, los más famosos son Casa alameda, Mangos, Black, Bahía Juárez, Ámbar, entre otros. Este último es el que mayor crecimiento a tenido en los últimos meses, siendo uno de los más requeridos por los talquinos.
Talca, es mucho más que una ciudad de paso, una ciudad amable, que al mismo tiempo uno termina queriendo, como dijo alguna vez un futbolista amado por los talquinos, “Me vine por seis meses y me quedé toda mi vida”.
Por: José Antonio Peña Imbert.
Crédito: Maulee.cl