Esta destacada fotógrafa nos cuenta cómo es vivir con su mamá, cómo se cuidan y apoyan mutuamente. Nos contó que pese a sus múltiples enfermedades, María Medrano, su mamá, la despierta con una sonrisa cada mañana y la espera con ansias a su regreso.
“Mi´Má´ es mi doctora, enfermera, psicóloga, consejera, terapeuta, cocinera y es mi admiradora número uno, mi prestamista, mi juez, todo, todo. Ella es la mujer más sencilla y humilde que puedan conocer”, señala con orgullo Patty.
Cuéntanos ¿cómo es la relación con tu mamá?
-Es la mejor relación que pueda existir. Lo fundamental para llevar una buena relación con mi ´Má´ es que tenemos mucho respeto de nuestros tiempos, lugares, gustos, y espacios. También tenemos gustos similares, aunque su jardín es su vida, a mí no me gusta mucho, pero si a ella le gusta, le ayudo en elegir su nueva colección de flores y sus nuevas adquisiciones para la próxima temporada. Siento que somos muy partner.
¿Cómo enfrentas sus complicaciones médicas, enfermedades? ¿Ha sido muy complejo?
-Es un poco complicado, no es fácil vivir con una persona con enfermedades autoinmunes y producto de esto ha estado internada en varias ocasiones, pero ella es una mujer fuerte y tiene una entereza muy grande. Creo que no todas las mujeres de más de 70 años la tienen y es eso lo que me da fuerza para apoyarla, siempre le digo que si yo tuviera esas enfermedades, no creo que estaría viva.
Ha cambiado un poco la vida de ambas. Pero ella siempre amanece con la sonrisa a flor de piel, vive el presente y hace que disfrutemos el hoy y el ahora. Lo complejo es estar lejos a la hora de sus comidas, porque ya he tenido varias ocasiones donde se atora y eso me complica, porque hemos pasado sustos como familia.
¿Sientes como si fuera tu hija en ocasiones?
-Es algo normal y con el tiempo todo es cíclico, y te puedo decir que si fuera mi hija, está muy bien enseñada. Es la ley de la vida, tus hijos cuidarán a sus padres, es la vuelta de la vida.
¿Qué significa ella en tu vida?
-Ella es fundamental, me enseñó valores, mi “Má” es mi doctora, enfermera, psicóloga, consejera, terapeuta, cocinera y es mi admiradora número uno, mi prestamista, mi juez, todo, todo. Mi “Má” es la mujer más sencilla y humilde que puedan conocer, a ella no le importa quedarse con hambre o frío con tal que sus hijos o nietos no sufran. Jamás se ha quejado de sus enfermedades y a pesar de mis 40 y tantos años -y producto de mi profesión- ella suele esperar mi regreso a casa, sea a la hora que sea.